NOS INVADEN!

Atenti Pastafrolla delli Spazio!!

        Recientemente mi señora le hizo una apuesta a mi suegra, la misma no será mencionada, pero incluía un payaso de los años 30, una máquina de café expreso y mucho, mucho pochoclo. Mi esposa ganó la apuesta, el premio: una "pastafrola". Lamentablemente, eso en nuestra historia resulta un mal augurio, ya que cualquier ocasión en la que ganamos algo, resulta en una catástrofe mayor (para saber más de mi esposa recurrimos a la máquina del tiempo, cortesía del prof. Frink:  http://lavidameprovoca.blogspot.com/2010/01/la-vida-me-provoca-ii.html).

      

         El terror se apoderó de nosotros cuando al abrir la pastafrola notamos que la masa formaba la cara de Optimus Prime! (también podría ser el pigüino de Happy Feet, pero eso no tendría sentido). La pastafrola comenzó a levitar por sobre la mesa y empezó a vociferar: Portami con il suo lidero! Prego! Mas calzone! Spaghetti! Siamo fuori della copa! Dominados por el miedo (y el hambre) decidimos sacrificarnos por el bien del universo y devoramos la pastafrola sin siquiera esperar que se terminara de calentar el agua del mate. Momentos después nos desmayamos (andá a comerte media pastafrola en un suspiro a ver que te pasa a vos).

         Al despertar, sólo quedaba la fuente vacía y un fuerte dolor de estómago. Minutos después nos pusimos a pensar si realmente había sido la pastafrola o que habíamos abusado del lemoncello, casualmente también en italiano, que nos habíamos bajado entre los dos. Sin embargo, surgía ahora una cuestión más importante: Quién llegaría primero al baño? Mamma mía!